Carta a mi hija

Hola hija ¿como estás? Yo aquí, ya sabes. Sentado en la puerta de la vieja casa, desde donde corrías de niña a jugar con nuestro perro, Kujo. ¡Como corrías! En ese tiempo a veces te seguía, me animaba mucho y te seguía. Tu alegría, tu sonrisa eran enormes, hasta Kujo parecía estar feliz. Pero a veces no. A veces solo te miraba. Inquieto, vayas a caerte y golpearte.

¿Estamos lejos verdad? El trabajo es así hija, no te sientas mal. Los viejos ya no servimos de mucho, más que para hacer recordar el pasado. Sé que lo más probable es que pienses más en el futuro, que en el pasado. Eres joven, y tienes muchos años por delante. Y el futuro que tienes es inmenso. En estos momentos vas rumbo a la Luna, llevando a gente que va a vivir allí, manejando una nave espacial. Una astronauta, mi hija. Decías que ibas a ser doctora, profesora, y muchas cosas más, y al final de la menos probable de las carreras, es la que estás viviendo. Estás lejos no sólo de mí, sino del planeta. Ya sé que me quieres llevar, y no me voy a ir.

Nunca me ha gustado viajar, y mucho menos viajar fuera de la Tierra. Siempre te burlas y me dices que me gustaba la ciencia ficción hasta que se hizo realidad. Si pues. Ya no me gusta leer. Además, mi vista no me ayuda. Hay pocos libros hoy en día, todo se ve a través de la red. ¿Te acuerdas? Te enseñé a utilizar las antiguas computadoras. Ahora, yo que me preciaba de aprender a manejar equipos tecnologicos rapidamente, hoy día me enriedo con un simple diario digital.

Las cosas son simples. No quiero viajar. Todos los que quise (excepto tú) están enterrados aquí. Mis abuelos, mis padres, tu madre. Ellos ya forman parte de este planeta que muchos están abandonando. Se han convertido en la Tierra hija. Y yo quiero morir aquí. Dicen que la Tierra está muriendo. Nunca va a morir mientras haya un humano que la recuerde.

¿Te acuerdas del señor Perél? Ayer falleció. Muerte natural. Pobre. Sabes que nunca he sido una persona de caracter. Pero, he pensado que pronto me uniré a mi familia. Me hubiera gustado verte casada y con hijos, pero nada pues, tu no eres para eso. Una piloto de naves espaciales, es una labor arriesgada pienso.

Cosas de viejo, no te preocupes. Sé que te molesta recibir mensajes por e-mail, habiendo el videofono. Pero, la última vez te ví que estabas camino, lloré mucho, y me sentí mal. Me sentí mal porque te ví sola, me di cuenta cuando te afectó verme, y me dijiste que me extrañabas. Eres una tonta al dedicarte a cuidar a un viejo tonto.

Coas de viejo, no te preocupes. Cuidate. En la casa vecina, están tocando esa nueva musica estridente y sin sentido que odio. Voy a cerrar las ventanas. Respondeme este correo, ya sabes utiliza tus manos, aunque sea para escribir.

Hasta luego,

Tu papá

PD: Recuerda no postularte a ninguna misión más allá de la Luna.

3 comentarios:

susana dijo...

QUE HERMOSA CARTA DE UN PADRE A SU HIJA. Y SI, LA VIDA ES ASÍ, ELLOS VUELAN, TIENEN QUE HACER SU VIDA Y NOSOTROS QUEDAMOS SOLOS. MUY LINDA, ME ENCANTÓ.

susana dijo...

QUE HERMOSA CARTA DE UN PADRE A SU HIJA. Y SI, LA VIDA ES ASÍ, ELLOS VUELAN, TIENEN QUE HACER SU VIDA Y NOSOTROS QUEDAMOS SOLOS. MUY LINDA, ME ENCANTÓ.

Ikanus dijo...

Gracias, agradezco que hayas tomado tiempo en leer.