Los planes (1)

Seguramente llegaría tarde, muy tarde, y era el primer día, le tocaba el aula 330, y ahí estaba cerrada, la profesora había cerrado la puerta, y solo quedaria tocar y pedir permiso. Y eso le daba roche. La primera impresión que le iba a dar a la profesora de Historia era su tardanza, y rogaba a los mil cielos que hubiera otro tardón igual que él.

Pero llego sólo a la puerta del aula y venciendo el temor tocó. El silencio dentro del aula hizo que el sonido se escuchara como una bomba. La profesora lo miró a traves de la pequeña ventana de la puerta y le indicó con señas que pasara.

Abrió la puerta y sintió varios ojos fijandose en él, la impresión la había causado en todos los que iban a ser sus compañeros de clases, por años, ya ue era su primer día en la universidad.

¿Su nombre?-
Martínez-
¿Su nombre completo?-
Cesar Martinez-
Pase Sr. Martínez y la próxima vez recuerde que la clase comienza a las 8 en punto-

Cesar sonrió levemente pidiendo disculpas y se encaminó hacia los asientos de atrás, mientras pasaba se fijó en una chica de pelo negro y un polito de tiritas, muy exhuberante ella. Ya llegaba a un asiento libre cuando la profesora lo llamó.

Martínez adonde va?-
A sentarme-se escucharon pequeñas risas que se desaparecieron cuando la profesora miró a todos de mala manera.
Venga acá, adelante-

Cesar de mala gana regresó de su camino, lo único agradable fue volver a ver de cerca a la chica exhuberante. Cuando se sentó, se dió cuenta que la profesora seguía mirandolo.

Martínez, ¿usted no trae cuadernos? Ve a sus compañeros. Todos traen cuadernos para apuntes. ¿Acaso no piensa tomar apuntes?-

Cesar se maldijo por confiarse en que no iba a haber clases. Le comentó nervioso a la profesora que no había traído cuadernos por que pensaba que no iba a haber clases.

Pues mal pensado Martínez-dijo la profesora

Y continuó la clase. Cesar prestó lo que pudo la atención a la clase, realmente no era aburrida, pero prácticamente era un resumen de lo que ya sabía, por suerte era un fanático de la historia. El curso realmente iba a ser sencillo. Al menos eso creía antes de conocer a la profesora, así como iba el primer día, parecía ser una especie de Hitler academico. Y Cesar era un judío.

¿Martínez?-la profesora se quedo mirandolo. Tanto pensar en comparar el aula con un campo de concentración que no escucho a la profesora hasta que la tuvo al frente.

Digame-
Martínez, vamos a formar grupos de 2 para realizar el trabajo semanal.-Cesar le puso un traje de la SS a la profesora. Si, le quedaba exacto. Primer día de clases y ya trabajos semanales. -Digame una letra, cualquiera.
B?-
A ver-la profesora recorrió con su dedo el listado de los alumnos-y pronunció el primer apellido con B.-Becerra?
Yo!-y Cesar se volteó, Becerra era la chica, la exhuberante-
Estaba mas exhuberante alzando la mano, parecía saludar a todos.
Usted, Srta. Becerra hará pareja con Martínez, elijan un tema de la pizarra.-
Primera Guerra Mundial-eligió la chica exhuberante
Muy bien, ahora, usted-dijo señalando al tipo al costado de Cesar, y asi siguió hasta que armo 15 grupos.

Ahora, ya elegidos los temas y los grupos, presentaran dentro de 4 días un informe, minimo de 40 páginas y expondrán lo investigado.-anunció la profesora-Programense y coordinen con su compañero de grupo para realizar bien su trabajo.

Cesar estaba entre contento y nervioso. La compañera de grupo no podía ser mejor, ahora solo faltaba que no sea calabaza y le dejara hacer todo a él. No le importaba hacerlo solo, pero no queria cargar con la chica, sea lo buena que esté.

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