Personas normales (1)

Siempre he sido un maldito distraído se decía si mismo. Siempre. y nunca cambiaré. Se olvidó por distraído, ahora el profesor le colocó una nota reprobatoria, por distraído, por estar mirando por la ventana, claro, aparte de haberse olvidado llevar el trabajo que tenía que presentar.

Ahora, ya había terminado la clase y se iba a su casa. La universidad lo iba a matar, pensaba. ¿Y era tan dificil? El trabajo lo había hecho en media hora, y se había demorado quince minutos en arreglar la presentación. Por nada.

Hey! Apartate imbecil!-le gritaron. Y el volteó. Era un maldito distraído, ahora estaba en medio de la pista, con un auto corriendo a mucha velocidad, y según parecía, en dirección a él.

No pensó. Estiro la mano derecha, como queriendo bloquear el auto que venia a toda velocidad, deseandolo con todas sus fuerzas, claro que no iba a suceder. Pero, extrañamente sucedió.

Pero no como se ve en las películas, sintió una especie de colchón de aire o lo que sea que estaba entre él y el auto, que se iba volviendose cada vez más fuerte, mas sólido, a pesar que no veía nada, y sintió que el auto reducía su velocidad.

Estoy deteniendo el auto, pensó. Y eso le distrajo. El auto lo golpeó directamente y lo arrojó unos quince metros, cayendo pesadamente en una jardinera, debajo de un árbol. Antes de desmayarse, porque aun no perdia la conciencia, sonrió pensando que era un maldito distraído.

Se depertó en el hospital. Sus padres estaban ahí preocupados. Felizmente el golpe del auto no fue tan malo había dicho el doctor, se había quebrado una pierna, pero el resto de golpes no eran graves, excepto por dos costillas rotas, pero nada que temer respecto a consecuencias.

Hijo, tienes una suerte-le dijo su papá.
No es nada normal que alguien sobreviva a un accidente como el tuyo, así que agradecele a Dios que estes bien-le aconsejó su madre.

Y é l pensaba. Parece que a Dios, tengo que agradecerle que me haya dado una cosa más.

No hay comentarios: